Si de algo estoy seguro es que, durante los siglos de los siglos, crecerán miles de artistas que en la necesidad
de expresarse devolverán un huracán de composiciones pero difícilmente podran contar con la gran cantidad de discos que tiene en su haber Luis
Alberto Spinetta, alias el Flaco.
Generalmente cuando escucho
cualquiera de sus canciones trato de imaginar cual fue el motivo que lo llevo a
escribir esa letra o como se le ocurrió tal melodía, pero enredado en
pensamientos termino cayendo en la cuenta de que Luis tenía un don y que su
vida misma era una canción y con eso encuentro la respuesta.
En el año, 1976, en que la dictadura más
sangrienta de la historia Argentina se apoderaba del gobierno democrático de
Isabel Perón a los golpes, Spinetta, Pomo (Hector Lorenzo), Machi (Carlos Alberto
Rufino) y, un artista casi invisible (cuak) para el entorno roquero pero
fundamental en este lanzamiento, Tomas Gubitsch, parieron El Jardín de
los Presentes, una de las obras más hermosas y conceptuales, a mi parecer, que
el Flaco haya logrado componer y el ultimo en la discografía de Invisible que
desde hacía un tiempo venían con algunas divergencias.
El Jardín de los presentes es la puerta de
acceso a una galaxia paralela que comienza a introducirnos en ella a través de
un agujero negro llamado El anillo del capitán Beto el cual nos ubica inmediatamente
en un espacio cálido de recuerdos y amnesia para que desde allí contemplemos
las magias de la creación.
Como quien lee cuentos extraños y
estrafalarios, poco a poco, vamos encontrando historias de dulces acuarios y tigres en la lluvia que nos llevan hasta los rincones del llanto; polleras bailando al viento, ruidos de magia, brisas de la
playa, suaves juncos de la orilla, niños condenados y golondrinas que no hacen
otra cosa que elevar nuestra sensibilidad e imaginación a niveles mas allá de
la comprensión y ese, creo yo, que es el merito mayor de toda esta obra.
Entre tanta letra formidable se
desprende una perla, en este rosario de diamantes, forjada únicamente en fuegos
de sonidos instrumentales titulada Alarma entre los ángeles que cuenta con la
particularidad de un solo de guitarra estratosférico, que curiosamente no fue
tocado por Luis sino por aquel artista a quien tilde de fundamental al comienzo
de esta reseña llamado Tomas Gubitsch a quien el Flaco bautizo como Tommy. Este
adolecente de solo 18 años, de una gran técnica en la guitarra, fue convocado
para colaborar en el disco, dada su vasta experiencia -pese a su corta edad- en el tango, estilo que
se pretendía mezclar entre las bases del Rock, el jazz y la experimentación que
Invisible venia proponiendo en sus trabajos anteriores. Y fue así que se le dio
la responsabilidad de componer este alado solo de guitarra, que tanto pego en
el público, entre algunos otros arreglos en las demas canciones.
El Jardín de los presentes es la invención misma de un sonido único rodeado de poesía porteña, tempo y alma, mucha alma angelada que cambia dependiendo del escenario pero que está ahí presente en las bases voladoras de Machi y Pomo, aliados perfectos en este viaje hacia la eternidad que Luis Alberto Spinetta emprendió mucho antes de su partida.
Mas si la luna enrojeciera en sed o las impalas recorrieran tu estanque ¿No volverias a confiar en tu alma? Yo sé que harias largos viajes por llegar. Parado estoy aqui esperandote, todo se oscurecio, ya no sé si el mar descansara.
*Tema recomendado: Los Libros De La Buena Memoria
Un dato de color: El pibe de la portada es Dyuri, el hermano de este tal Tommy que por aquellos años quedo exiliado en Francia.
ResponderEliminarOtro dato: Segun conto Luis en una nota, ya grabado este disco, le habian ofrecido hacer Only love can sustain en Estados Unidos como solista pero aun no estaba del todo convencido. Lo que lo inclino a tomar tal determinacion fue que por una complicacion en el embarazo de su señora tuvo que salir a las apuradas del estudio donde estaban ensayando. A las pocas cuadras se dio cuenta que no traia el DNI y volvio. Alli se encontro que los Invisible y Tommy estaban zapando temas nuevos que Luis no conocia. Los tres tenian la idea de formar una agrupacion de jazz rock intrumental sin el flaco. Asi la banda se disolvio.
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