Hermetica - Lo Ultimo


  
Allá por el año 2000 volví a mis pagos para reencontrarme con la familia que hacia tiempo no veía. Así fue que descubrí en mis primos ciertas tendencias que años atrás, por ser pequeños, aun no tenían pero que hoy entrando en la adolescencia empezaban a florecer en sus personalidades y gustos.
 Uno de estos casos fue el de mi primo Nicolás. El, influenciado un poco por la volatilidad de su hermano Matías, había tomado un gran fanatismo por el heavy metal, sobre todo por el heavy metal nacional.
 Una tarde, luego de pasar a buscarlo por el colegio, volvimos caminando con un amigo llamado Damian. El y mi primo vestían remeras negras estampadas con imágenes y frases de sus bandas favoritas. Durante todo el camino ellos fueron cantando canciones que ni siquiera conocía. 

Tanto repetían aquellos temas que sin haber escuchado alguna vez a los músicos aprendí en un par de cuadras sus melodías. Así fue que ni bien llegamos a lo de mis tíos le pedí que ponga el disco de aquella banda: “El tormento del vino artificial y su atmosfera parrillera anestesian la conciencia común /  que transcurre su infancia / en la tierra estomacal…”
 Nunca antes había tenido la posibilidad de escuchar heavy metal y menos argentino, según mi conocimiento aquel estilo era puramente extranjero. Resulta ser que estas canciones que repetían  pertenecían al último material editado por la barrial banda de amigos Hermética, titulada como una de las mejores formaciones de este estilo.

 Allá por 1994 la banda atravesaba su momento de más esplendor y popularidad acarreada por los nombres que constituían su agrupación: Claudio Oconnor, Antonio Romano, Ricardo Iorio y Claudio Strunz. Todos estrellas del ambiente, sobretodo Iorio que venia de V8 y el cual era el fundador de Hermética.
 Aquel año trajo tanto alegrías como tristezas. Su CD Acido Argentino había recibido la distinción “disco de oro” y los fans llenaban en masa los teatros y estadios donde tocaban pero las diferencias personales entre los integrantes derivo en una pelea por los derechos de autor y el dinero que estos dejaban generalmente al compositor del grupo Ricardo Iorio. En realidad nadie sabe muy bien la razón pero en síntesis la banda se termino separando en muy malos modos.

Así, entre idas y vueltas, la banda grabo su final a puro clásico en el estadio Obras inmortalizando su aplanador sonido en vivo. La primera edición de este material se llamo, casualmente, “Lo Ultimo”.
 Tuve la suerte que por aquel entonces mi primo me grabo en cassete el recital y de esta manera pude llevármelo al pueblo para escucharlo. Los temas expresan todo el tiempo metafóricamente hablando el sudor del trabajador porteño asechado de injusticias, el engaño contagioso de los políticos inescrupulosos y la vida de los pobres argentinos llena de sufrimiento y pero también de alegría, esa alegría gris que nos caracteriza como el pueblo que somos, como un pueblo que lucha y se hace escuchar en canciones de metal.


Listado de canciones:
1.     Tano Solo
2.     Vientos De Poder
3.     Traición
4.     Gil Trabajador
5.     Otro Día Para Ser
6.     Víctimas Del Vaciamiento
7.     Robó Un Auto
8.     Del Colimba
9.     La Revancha De América
10. Vida Impersonal
11. Ayer Deseo, Hoy Realidad
12. Cuando Duerme La Ciudad
13. Soy De La Esquina


Cosas malas tiene la vida pero ninguna peor que la traición, unos callan, otros olvidan y yo lo canto recordándotelo. Confié y me cagaron por amistad pero aun sigo. Saber perder es bueno para empezar a hacerse vivo.


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