La madurez del ser humano se va acrecentando, principalmente, con el
paso de los años y, sobre todo, con la experiencia, buena o mala, adquirida en
diferentes situaciones logrando su “máxima expresión” entre la adultez y la
vejez; cabe aclarar que muchos casos no entran en estos parámetros, ustedes
tendrán miles de ejemplares útiles para recordar en este preciso momento pero
bueno el tema de la idiotez es otro tema.
Bueno, volviendo al hecho que nos ha
encontrado hoy, madurar implica necesariamente haberse involucrado alguna vez en la misteriosa
ecuación de equivocarse, aprender y cambiar para mejorar, quizás por eso
Christian Jean (Guitarra y voz) ha decidido alejarse de The Abstract Ceremony,
Pablo Cantu (Bateria y coros) de The Y´s y Sebastian Franco (Bajos) de Bengala,
sin ofender a sus fans y a los artistas que componen estos grupos, dado que ninguna
de estas bandas ha podido despegar del todo del término medio por distintas
consecuencias que podrían viajar en trenes distintos hasta diferentes
estaciones y todas serian ciertas.
Viaje por lo Eterno es un álbum que
sorprende y te obliga a escucharlo porque ni bien termina un track bellísimo repleto
de rock-pop comienza otro distinto que instantáneamente, por sus rasgos, intriga
y gusta ganándose, como premio supremo, el merecimiento a ser oído.
Reyno sin querer parecerse y con un espíritu totalmente diferente, tiene
rasgo similares a Soda Estéreo, repleto de guitarras presentes jugadas en
arpegios suculentos y dulces rodeados de una base hipnótica cocinada por la “bata”
y el bajo que en la matemática y el resultado del pentagrama toman distancia de
tal comparación pero que en su esencia se mantiene intacto debido a un sonido
ligero y de fácil absorción lo cual es complejo y da el resultado que hoy
escuchamos.
La temática de las canciones
ronda entre el existencialismo, la melancolía, el universo y las relaciones
amorosas entre humanos junto a toda la variedad de matices que eso pueda generar.
Las características principales de este innovador
proyecto son el timbre especial de Jean que aporta un gran impulso y una armoniosa
mística junto a su plena virtud como guitarrista, el bajista, soberbio, no se le escapa ninguna fisura y el batero que
imprime la fuerza justa entre los pasajes bien roqueros y los serenos propiciando
espacios bien definidos y fusionados.
Desde su comienzo intenso con Fugitivos hasta Parte del Sol uno se
encuentra con un Power Trio decidido y, que pese a ser este su primer disco,
muy maduro en todos sus aspectos ya sea como banda tocando en vivo o en cuanto
a composición ya que derrocha identidad, rock y sobretodo canciones importantes.
Ojala que pronto haya novedades y sean buenas nuevas, aquí estaremos.
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