Pato Patin - Sobre El Alambre


Difícil es saber algo de Pato Patin en la lejanía, prácticamente es un incognito dentro del propio ruedo artística chileno y ni que hablar en el mas allá de las fronteras. Su postura anti sistema y su independencia hacen que todos sus productos floten a la deriva  del conocimiento publico solamente gracias a su impronta artística que ha dado mucho de que hablar.  Sus pautas publicitarias son mucho desahogo y catarsis con tan solo una guitarra acústica, tratando de hacer entrar en razón a la sociedad o a quien escuche incendiando la mecha de la bomba para que explote dentro de la conciencia.
Con alma de punk, Pato Patin, en su disco Sobre el Alambre, se fagocita dentro de lo acústico del folk para que en una mitosis se desprendan los dos géneros formando en conjunto uno solo, el Punk- Folk o viceversa.

Cualquiera de los temas, obviamente, si le agregamos unas guitarras eléctricas, batería y bajos sonarían parecidos a nuestros amigos de 2 minutos pero al ejecutarse con tan solo una guitarra acústica se genera una mixtura especial dejando a las claras que el mensaje y la música son rebeldes y en contra del sistema pero con la armonía de saber que con la agresión y la violencia no se puede llegar a ningún lado.
Con esa necesidad de tener cianuro bajo la lengua y se uno lo traga muere, se ve obligado a cantar todas las cosas que le molestan para no sentirse mal, el mundo deprimente, la mala distribución de la riqueza que compra el champagne de algunos soquetes, la policía que coimea, la hipocresía, la estructura enfermante del oficinista de los grandes edificios de la ciudad  y todas esas cosas que le joden al pueblo, al tipo de verdad que va a laburar todos los días y los adolecentes que no ven futuro a sus sensaciones.

Por momentos se producen situaciones alegres e irónicas que dan un toque de claridad para luego caer en pozos reflexivos cercanos a la tristeza donde Pato Patin está haciéndonos señas desde la banquina avisando que más adelante hay un gran monstruo que nos devorará en esta marcha de zombies sin sentido hacia nuestra propia destrucción, principalmente, psicológica y en verdad la que nos golpea con dolor y, como segundo término, la física, la que no tiene retorno y en donde termina cualquier tipo de lucha. 
                                              "Fascinados, mueren todos los días" 

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