En el afán de escuchar música uno se ata a ciertas
ligaduras propias, vaya a saber por qué, y da por sentado algunas consignas
subjetivas que, con el tiempo, se han
adosado en la conciencia como psedoparásitos que nos hicieron creer que todo lo
foráneo es mejor, quizás por sabernos desplazados de las primerísimas
tecnologías de sonido y grabación en producciones europeas y yankys, escuchando
trabajos propios con ciertas carencias pero hoy en día esas distancias se
acortaron y podemos decir que, más allá de tener desde tiempos inmemorables una
materia prima excelente, en nuestro país se pueden hacer discos de este tipo
con la calidad suficiente para apreciar la destreza de un músico de la vieja
escuela que siempre tiene algo nuevo que brindar.
Si te propusiera formar un equipo de futbol para jugar
un partidito con los violeros que vos mas quieras ¿A quiénes elegirías? Claro está
que tenemos un buen semillero pero en ese pan y queso imaginario dame a Claudio
“El Tano” Marciello y después que venga quien quiera.
Para el que no
lo conoce habría que contarle que Marciello es un guitarrista de Rock Pesado,
como le gusta nominarse a sí mismo, que tiene en su curriculum la experiencia
laboral actual de trabajar en Almafuerte, mas allá de haber formado parte del
El Reloj, para mi una de las mejores bandas de Heavy rock nacional. Almafuerte
es la insignia del metal en nuestro país y eso se debe a la poesía autóctona
cantada en el vozarrón del gran Iorio y sobre todo a la magia que este
guitarrista le imprime a cada canción. Así fue que en el año 2001, con el apoyo
de toda su banda en especial Bin Valencia quien grabo casi la totalidad de las
baterías, decidió encarar su primer proyecto como solista donde la guitarra es,
casi, la vedette principal en este espectáculo
y digo casi porque en las canciones convive el bello arte del canto que participa
guapeando el éter con letras escritas cuidadosamente por nuestro heroe para cada interprete pero siempre con la utilidad de pintar el panorama donde este
eximio violero pueda inspirarse y largue toda su liberación metalera sentida.
Puesto en Marcha
contiene un varieté que nos permite descubrir entre líneas las curiosidades que
Claudito ( quien se ha proclamado admirador de Paco De Lucia y Carlos Santana)
tiene mas allá de su presente pesado, encontrando temas como Toma mi mano
hermano cantada por León Gieco, Alma (una suerte de solo de guitarra lento y
armonioso al estlio Jeff Beck) o Del Sudaca que sorprende con un flamenco a
pura agilidad y plenitud para derivar en uno de los solos mas zarpados que haya
escuchado; para nuestra suerte en este disco encontraremos varios.
Otra genialidad
se aloja en Banderas Rojas que si bien arranca contando la historia de Antonio
Gil (El Gauchito) termina en el elixir máximo, donde en un enredo de dedos, uno
se pierde tratando de entender como carajo hizo eso; según el propio Tano los
solos son improvisados el mismo día de su recording. ¡¡Que siga improvisando
entonces!!
Con la colaboración
de personajes como Flavio Ciaciarullo, Pappo (Tenga Mano Tallador), Chizzo Napoli
(La Matanza), Locomotota Esposito y Omar Mollo, entre otros, Puesto en Marcha
deja a las claras la humildad de un tipo autodidacta que por muchos es considerado
un maestro y que en su percepción, es tan solo, un guitarrero que nunca toco
bien pero está feliz de poder hacerlo.
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