Viste que el artista, en un 40%, compone
en estado zen, digamos, en un estado calmado donde absorbe de su entorno esas
cosas que lo inspiran, que mentalmente lo invitan a escribir. Pueden ser una infinidad
de situaciones aquellas que lo sensibilicen como por ejemplo un pájaro negro
comiendo mijo en el verde pasto, el sol saliendo luego de varios días nublados,
una nube en forma de elefante que lo hace flashear o el apacible movimiento de
las copas de los arboles con el viento, que se yo, pueden ser miles de cosas
bellas pero ¿Qué pasa con el otro 60%? Bueno este es un grupo especial ya que acá
entran todas esas circunstancias que le han hecho muy mal al artista, también
es variado el asunto, como tragedias, peleas, fallecimientos, estafas, robos,
traiciones, etc pero hay un tema que es tan rico en proteínas creativas que
ante álbumes como estos, de alto contenido roquero sentimental, uno no puede
evitar pensar en un corazón destrozado dentro del mundo caótico del rock y sus
devenires tan bien aprovechados por quien sabe aprovecharlos – Esta tormenta dio la música perfecta.-
Todos los Sábados del Mundo trae
consigo una mochila plagada de canciones de despedida con tristeza (dolores
dulces), con supuestas ideas de vidas futuras, con lugares comunes, con
recuerdos de una linda pareja de jóvenes que se termino, dando el saldo de un
chico lastimado abandonado en su estúpido sueño de hacer canciones estúpidas. ¡Ojo!
Acá no hay rencores sino canalización de todo ese amor que no fue, de toda esa
energía que es lanzada en estrofas electrizantes a los vientos del mar por quienes no pueden
usarla para que alguien más lo haga y lo sienta. (Es así gente hoy somos tantos
que parece haber cupos para amar y el resto que se joda).
¿Que estilo tiene la banda? Mira la
que te tiro ahora, ¿Estás listo? - “Indie garaje alternativo platense” (Según
su valentinylosvolcanes.bandcamp.com.ar)-
¿Cómo te quedaste? ¿Estás ahí? Bueno entonces sigo… El concepto no esta tan
errado, algo de todo eso tiene (hasta lo platense) esta banda ya no tan nueva
que ha consigo con este, su segundo disco, afianzar un sonido novedoso perfecto,
joven, con una voz cortante que linda entre lo correcto y lo desafinado, y es en
este punto donde Valentín y los Volcanes se hace irresistible ya que si a la
poseía surgida de las mismísimas viseras sorteada entre el realismo y la
parafernalia del amor, le agregas esa voz tan particular de Jo Goyeneche que
juega con falsetes a pifiar junto a una escenografía monstruosa de violas que
viajan en un tren por momentos frenético y por otro pasible acompañadas de una
suave mezcla de texturas entre batas y bajos librados a dar vuelo a esta nave
que pasea en la tensa calma de volcanes a punto de hacer erupción, todo fluctúa
en un glorioso disco digno de esta música nueva que está surgiendo como el agua
de las napas en la fosa del taller de mi abuelo. Imparable. Lindo disco, linda
banda a tener en cuenta.
Ya nunca extraño los días buenos, la playa espera turistas nuevos. Hablamos poco, dormimos menos.
*Tema recomendado: Los Chicos de Orense
*Tema recomendado: Los Chicos de Orense
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