Andres Calamaro - Alta Suciedad



  La primeras épocas de mi conciencia semi adulta me traen el recuerdo de un disco que instantáneamente se aloja en la conciencia de todo ser musical en actividad, de esos discos que ningún habitante del pueblo argentino, ni del mundo de habla hispana pueden decir que no conocen algún éxito que este súper compositor nos regalo en aquel plástico redondo que no para de girar frente al láser.
  Recuerdo muy claramente estar en el Taunus de mi viejo una tarde de verano y escuchar por el estereo – “…Entre un no me olvides, te deje nuestros abriles olvidados en el fondo del placard, en el cuarto invitados. Eran tiempos dorados, un pasado mejor..” sumado a una hermosa melodía llena de cadencia que acompañaba el cierre de cada estrofa. Aquella tarde descubrí a un músico, del cual inconcientemente ya conocía por antiguos trabajos, pero que desde aquel entonces logro diferenciarse por completo y así consagrarse para siempre en el oído sociedad.
  
Por lo que escuche en un documental, cuando Andrés Calamaro empezó a componer las canciones de este disco y luego a grabarlo, estaba atravesando una crisis emocional bastante “dura” que en vez de dejarlo encerrado en si mismo lo soltó al aire como un globo lleno de helio.
  Alta Suciedad fue grabado en Estados Unidos y Calamaro no tuvo mejor idea que contratar para que lo acompañen a excelentísimos secionistas de aquel país, tipos muy relacionados con el blues y con Bob Dylan aparte de tener a sus espaldas a un ingeniero de sonido mágico, de esos que hasta que el disco no sangre no para.

 La última vez que lo escuche, que fue hace como tres semanas en la casa de mi cuñado que por cierto tiene muy buenos discos, me di cuenta que si eligiera cualquier tema de Alta Suciedad al azar estaría eligiendo algún éxito de radio, esos temas que si los pones en una fiesta todo el mundo te dice - ¡Que bueno!-.
 Sinceramente no tengo mucho mas para decir ya que la música que Andrés a logrado para este álbum habla por si sola y solo queda escucharla sentado en un sillón fumándose un cigarrillo, disfrutando de un buen wishky, creyendo que Elvis aun esta vivo y en Memphis lo saben todos.


Entre un no me olvides te deje nuestros abriles olvidados en el fondo del placard, en el cuarto de invitados. Eran tiempos dorados, un pasado mejor.

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