Furioso petalo de sal,
la misma calle el mismo bar. Nada te importa en la ciudad si nadie espera…. Que
buen disco nos regalo Fito Páez en aquellos años noventa, para ser más exacto
en el esplendor de 1992 que bailo con todo un carnaval por su llegada hace veinte
años atrás. Fue toda una revolución musical el lanzamiento de este material al
mercado que recién empezaba a experimentar las hondonadas del capitalismo
desmedido. Según las estadísticas este es el disco que más copias ha vendido a
nivel nacional superando a otros músicos de este ámbito por goleada.
El por que de tal
furor no se debe a propagandas, ni publicidades de televisión, sino a las
hermosas canciones que nacieron en la inspiración de “Rodolfito”, las cuales se
fecundaron en los profundos sentimientos que puede despertar el amor después
del amor, dos personas.
Por lo que se sabe
este disco esta totalmente dedicado a su musa inspiradora y mujer durante
muchos años, Cecilia Roth que por ese entonces estaba casada con nuestro
homenajeado.
Para los críticos
este es el mejor disco, por excelencia, del Pop nacional, el disco que mezclo
con delicadeza toda la tecnología que se utilizaba en aquellos tiempos, que por
cierto era mucha y las ideas musicales de un Fito Páez por demás creativo y
sensible.
Como para que se den cuenta del impacto que tuvo en la
sociedad, no hubo tema de “El Amor Después del Amor” que no haya sonado por lo
menos alguna vez en las radios metropolitanas del país. Canciones como “
Brillante Sobre el Mic”, “Sasha, Sissi y el Circulo de Babba”, “Dos Días en la Vida ”, “Tumbas de la Gloria ”, “La Rueda Mágica ”, “La Verónica ” y “A Rodar Mi
Vida” se repetían y se repetían a lo largo de todo el dial que parecía pertenecer
a este gran compositor que logro consagrarse entre la elite de los grandes. Y
si de grandes hablamos tenemos que nombrar a los músicos invitados que
colaboraron en algunos pasajes de este producto, destacándose Fabiana Cantilo,
Celeste Carballo, Ulises Butron, Luís Alberto Spinetta, Andrés Calamaro y
Charly García.
De “Pétalo de Sal”
extraje el paisaje que pinta el origen de este humilde segmento y he decidido
ponerlo allí por que, como en otras épocas, la unión de dos almas (Spinetta- Paez) ha
logrado crear belleza nuevamente y es en este track donde otra vez la magia
sucedió. La letra y la melodía pasean y se mesen cadentemente por el pentagrama
del piano y los demás instrumentos, que como en todo el CD crean hermosos
colchones musicales para que se acuesten las historias que van a ser cantadas.
Para ser sincero y
como digo siempre, el disco habla por si solo, pero solo falta que lo escuchen
para generar su propia idea y sensaciones.
A los que no les
guste para nada el estilo de Fito Páez les recomiendo que escuchen aquellos
temas que no les son tan conocidos para no sentir ese agotamiento que se
produce cuando algo se hace trillado y para poder tener experiencias
refrescantes y pulir esas ideas viejas que a veces nos prohíben disfrutar de
cosas que quizás no nos arrepentiremos jamás de haber descubierto.
Dedicado a Karin Anabel....
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