Hablar de Led Zeppelin es hablar, para mi
gusto, de una de las mejores bandas de rock de todos los tiempos y también,
indudablemente en mi caso de la casualidad. Recuerdo como si fuera ayer cuando
Mariano, un amigo con el cual tengo un vínculo muy estrecho en la música, consiguió,
por parte de su cuñado Andrés, un cassete TDK 60 lleno de grandes temas que
marcaron nuestra vida como adolescentes.
Su
cuñado, mucho más grande que nosotros
y también excelente músico, al ver la
curiosidad artística de Mariano le regalo un compilado con lo que
para él era lo mejor de Led Zeppelin.
Cuando
lo trajo a mi casa yo ni siquiera conocía a la
banda, que por lo que me contaron, había marcado una época, simplemente por mi
vida nunca había aparecido algún dato que me relacione con ella, como
aquel sueño que siempre pensé pero nunca se hizo onírico.
El
primer tema que llamo mi atención fue ni mas ni menos que Heartbreaker
(Rompecorazones) el cual no pare de escuchar una y otra vez como un
disco rayado durantes varios días. Este era una especie de rock experimental casi
perfecto, encastrado exacto como un rompe cabezas; el
bajo aparecía donde debía estar, la batería era
abrumadora, la guitarra explicaba sufrimiento y la voz gritaba al
viento sus por qué. Mi "cerebro loco" no podía comprender
como existía en el mundo un grupo de personas capaces de componer
tales cosas; esto era algo de un nivel muy elevado más
allá de mi razonamiento.
Creo
que nunca antes había escuchado tantas veces un cassete como este compilado
casero en el que podemos encontrar a Khasmir,
Stairaway To Heaven, Since I´ve Been Loving You (el mejor blues del mundo) y All my Love entre
otros magníficos elementos que solo me impulsaron un poco mas en
busca mi alma rodeada de huesos y carne.
Por
cuestiones geográficas, nosotros por esos años vivíamos en un pueblo muy pequeño alejado de
todo, incluido la música; no podíamos conseguir con facilidad nada nuevo para deleitarnos con algo más alla de este reducido almacén llamado TDK 60. (Ese fue
nuestro mundo durante mucho tiempo.)
Pasados unos cuatro años, Mariano se había ido
a estudiar a La Plata y yo me quede en
el pueblo junto a otros amigos, entre los que estaba Bruno.
Una
noche de verano, mientras esperaba que Bruno salga de la heladería donde trabajaba
comencé a escuchar que del grabador de aquel local salía una voz familiar. Un
muchacho cantaba melodías en Re mayor con una fuerza y un vigor digno de
percibir con los oídos, comprendiendo que desde cualquier lugar él
se haría escuchar como un león enojado en la meseta
africana.
La canción tenía unos arreglos de bajo
espectaculares que no paraban de sonar haciéndole las bases al vocalista de
aquel grupo tan exacto y a la vez improvisado(?).
Los temas pasaban uno atrás del otro sin
desperdicio alguno, sin molestarme en lo absoluto hasta que.... ¡Plak! El triste sonido que
indicaba el fin de uno de los lados del cassete.
Cuando
Bruno salio de trabajar le pregunte por aquella banda que sonaba tan perfecta en el
grabador de la heladería. Yo no tenia mucha idea de sus gustos musicales y por
ende su respuesta me dejo helado (Cuak). - Led
Zeppelin 2 – dijo muy
tranquilamente. Luego de tanto tiempo, para mi sorpresa, sin darme cuenta habia escuchado otro
material de esta banda.
La cosa no termina ahi. Por tratarse de un cassete que pertenecía al tío Bruno, no pudo prestármelo y solo una vez
pude apreciarlo sonar por completo nuevamente. Era brillante como una estrella en el
firmamento oscuro, era sorpresa y osado, por momentos extravagante y en otros
misterio mental. El disco era un viaje a otro planeta, a un lugar desconocido
pero del cual entendía el mensaje. Era una especie de nave que te transportaba
por diferentes agujeros llenos de colores y pasajes de JRR Tolkien. Led Zeppelin 2 lo era todo.
Muchos años despues la vida me dio la posibilidad, gracias a la tecnología, de
conseguir de una vez por todas este tan apreciado album. Ya en mis manos, me fui urgente a la pieza para disfrutarlo en la tranquilidad del hogar.
La emoción era tal que no espere ni un segundo más para escucharlo y
apresuradamente pulse el play del equipo y me senté, como quien se prepara para
ver una película, sobre la cama, con un vaso con jugo de pomelo rosado en la
mesita de luz.
El
suceso fue todo un redescubrimiento de la música. Cada canción abría nuevos
interrogantes personales provocando un conflicto instrumental complejo y masivo
que se desplazaba de un lado al otro como el sonido en estereo.
Pese a componer en la experimentación de los
años 60 el disco no era agotador, al contrario era novedad tras novedad.
Siguiendo un esquema ya prediseñado estos ingleses jugaban a crear lo no
creado, a innovar sobre esa estructura moldeándola en los límites de lo
impredecible.
Curiosamente
este gran disco no fue tomado positivamente allá por 1969 por la critica
inglesa y le costo mucho al grupo poder consolidarse en su propia tierra; si no
fuese por el gran furor causado en las giras norteamericanas quizas nunca hubiesen
llegado a ser profetas…..
Luego de este pequeño escollo el grupo no paro
de vender discos y de posicionarse en la lista de los temas mas escuchados del
momento. Led Zeppelin 2 era la consolidación de una idea que se venia armando
con su primer disco, era una canilla abierta de arte y la canalización de mucha energía magnética.
Según mi experiencia este es y será el mejor
disco que esta banda haya sacado o quizas el que mejor explique lo que es Led Zeppelin y por qué hubo un antes y un despues.
Dedicado
a Bruno, a Mariano y a las noches llenas de música.
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