Entre 1991 y 1998 Divididos edito cuatro hermosos discos en los cuales
se puede apreciar una búsqueda de estilo e identidad. Si me apuraran diría que
la intervención de Gustavo Santaolalla a partir de “La Era de la Boludez” fue
para la banda quizás, como para tantas otras producidas por este gordito amante
del buen gusto, ese salto de calidad que les resolvió algunos inconvenientes
sonoros para allanar el camino al que varios grupos nunca encuentran y que
tanto Ricardo como Diego supieron emprender con paso firme. Fue así que a partir
de esta grata reunión tomaron las riendas de su composición y le sumaron un
sonido claro, rockero y particular para de a poco formar su huella dactilar imborrable.
Como todos sabemos Divididos
tiene el apodo popular bien ganado de la “Aplanadora del Rock And Roll” y en
todos sus discos uno descubre esa intención creativa volcada de lleno a las distorsiones,
la voz rasposa, la batería dura y el bajo omnipresente. ¿Cómo describir ese
bajo incansable, insaciable, “taquicardico”, arrítmico a la guitarra y fantástico
que siempre nos obsequia con mucha humildad Arnedo? La verdad es que no sé.
Como decía, antes de perderme en
la búsqueda de algún adjetivo calificativo para el ejecutante de aquel
instrumento de cuatro gruesas cuerdas, Divididos fue rockeando en cada disco
como caprichosos niños en constante crecimiento artístico logrando producir un
amplio material del cual escucharemos un tema mejor que otro a lo largo de toda
su discografía, por que verdaderamente eso es lo que sucede con esta banda, que
crea obras maestras en cada trabajo que emprende y del que hoy extraeremos “Gol
de Mujer” lanzado en 1998, el ultimo de su gran derrotero por los noventa y para
mi uno de sus mejores y mas rockeros CD´s.
Desde al primer hasta el último
tema no tiene desperdicio, Alma de Budín, Nene de Antes, el homenaje al pelado Podrán
en Luca, Cosas de Baboon, Cabeza de Maceta, El Fantasio, Gol de Mujer y Zombie,
todos con una misma carga genética de mucho rock power y letras con esa jerga humorística
– urbana – reventada que le da ese destello entre lo poético y la vida real a
la que nos tienen acostumbrados la dupla Mollo – Arnedo.
También encontraremos grandes
descansos o mesetas folclóricas como Clavador de Querubín, Letra Gótica, Vientito del Tucumán, Niño
Hereje o El Gordo Legüero que luego de temas de alto voltaje sonoro aparecen en
los parlantes refrescando al espectador para remontarlo a la cultura de nuestra
tierra y nuestras raíces a las que según explico Ricardo quería devolverle algo
de todo lo que había recibido.
Gol de Mujer es una especie de
grande éxitos comprimidos y grabados en un estudio de Los Ángeles bajo el sello
de BMG al que obligatoriamente hay que escucharlo con el volumen al re palo
para sentir esa magia que solo sucede cuando los ingredientes son de buena
calidad.
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