Una tarde mientras esperaba
que el colectivo de la línea 318 pasara a recogerme por la avenida Pavon, allá
entre Banfield y Lanús, de puro pedo visualice un cassette blanco tirado al
otro lado de la parada. Por esa inquietud que me ha llevado a realizar cuanta
pelotudez aparezca en mi cabeza lo levante para ver de qué se trataba.
Las letras estaban algo borrosas y solo se podía
leer la palabra CODA, lo que no decía nada aun, para mi escasa cultura rock.
Estuve a punto de dejarlo en el lugar donde estaba pero me propuse escucharlo
antes de precipitarme a su total destrucción.
La cosa fue algo así, llegue a casa y al
ponerlo inmediatamente me di cuenta que el cantante era Robert Plant lo que me producia una incógnita blasfemia ¿Esto es Led Zeppelin?
Como gran parte de aquellos admiradores de
Zeppelin solo conocía los cuatro y quizás más exitosos álbumes del grupo
ignorando sus posteriores trabajos y con un poco de ayuda de un amigo que desasno
mis dudas, descubrí al fin que CODA era el último disco de estudio de Jimmy
Page y compañía.
Al notar que dentro de sus canciones ninguna
era de las que conocía instantáneamente me provoco algo de rechazo puesto que
esperaba encontrar algún clásico pero con el pasar de los días empecé a
disfrutar y descubrir las sensaciones que provocaba aquel material que el arte
de la vida puso a mis pies en un lugar a la hora en el que el sol baja a
descansar.
Muchos espacios de internet y hasta grandes
revistas han criticado con dureza el lanzamiento de este disco, primero porque
fue emitido tras la muerte de Bonham, segundo porque la banda ya se había disuelto
y aun mantenía contrato con una disquera a la cual debía cumplirle lo
estipulado y por ultimo por su propio contenido.
Dadas las circunstancias personales de cada
integrante y los nuevos movimientos culturales de la época, por aquellos años
la banda no atravesaba su mejor momento y pese a varios esfuerzos no lograba
volver al plano principal con la vigencia que un grupo de este tipo necesitaba.
Vislumbrando el final de un imperio y luego de
editar sin mucha pena ni gloria In Through The Out Door, los muchachos tenían
en sus planes darse un tiempo a lo que el fallecimiento de Bonham dio el golpe
de gracia. Es ahí que por cuestiones de
contrato Jimmy Page, para no ensayar con otro baterista respetando a su amigo,
decide recopilar algunas canciones que quedaron afuera de discos ya editados y
forma lo que sería la despedida definitiva de la nunca más igualada Led
Zeppelin, terminando quizás no de la mejor manera el ciclo glorioso de una de
las mejores bandas de todos los tiempos pero que de alguna forma lograba despedirse
de su público tocando los cuatro juntos temas de muy alto calibre que pasan por
diferentes sonidos, estilos y ambientes generando esa nostalgia en cada canción,
sabiendo que minutos más tarde todo se habrá terminado, como un libro que tiene
atrapado y te quedan pocas hojas o como ese plato de comida austero, que te
encanta, pero que a cada mordida vas acabando.
Pido a todos aquellos admiradores que nunca
han puesto sus ojos en CODA, quizás como dije antes, envueltos en esas sabanas
sucias de la crítica, que lo escuchen y saluden con sus corazones a lo último
de estos ingleses que lo han dejado todo por nosotros al extremo de ponernos la
piel de gallina con sus punteos, con esos gritos, con esas bases monstruosas de
las que en este disco encontraran en otros envases pero con la misma calidad.
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