Sonic Youth - Dirty


Dyrty (sucio o sucia, como quieran interpretarlo) es el octavo disco de los nuyorkinos Sonic Youth que fiel al estilo de las bandas nacidas en dicha ciudad transgrede con este material en formatos poco comunes dentro del ambiente roquero para sumergir al público en una pileta llena de sonidos alterados dejándolo salir a respirar solo para oxigenarse con un poco mas de aire intoxicado generando en su cabeza, por ese entonces confusa, combustiones en admisiones intensas de noise grunge experimental.

De tanta energía uno queda en estado de placebo,  adormecido, bañado de constantes guitarras distorcionadamente mugrosas que en acoples producen un torbellino arrasador, una masa vibratoria imponderante martillada en tambores que van de aquí para allá en canciones con cierto dejo de dulzor femenino, pasajes desgarrantes al extremo de generar gargantas difónicas y un aparente coqueteo pop lo bastante minúsculo como para pasar desapercibido pero para darle piscas de color.
 Ubicado y desubicado, bipolar dirías, pero inclinado más hacia un lado que el otro (vos solo te darás cuenta para que lado irá) combina las interpretaciones vocales entre Thurson Moore y Kim Gordon haciendo un balance esquizofrénico perfecto que confunde al oído destinatario en un juego de personalidades que pueden gritar salivando el micrófono o peinaditos y bien vestidos susurrar melodías tiernas en él.


Cada instante, pese a que la canción este calmada en una simple base de batería acompañada por una suave guitarra que garabatea el silencio, sentís el presentimiento que en algún momento todo se va a ir al carajo por el inodoro y va a arrancar el pogo y el agite tirándote a una multitud de enfermos como vos que no paran de saltar al ritmo de tal acontecimiento.
 Pensar que tan solo lo que uno escucha en este disco es grunge seria solo identificar un estilo particular, Sonic Youth pese a pertenecer a esta movida de los años noventa mantiene una cierta distancia como también la mantienen grandes bandas de aquel entonces por una única razón que es haberle encontrado la veta al estilo y agregarle su cuota de creatividad, su cuota de hostilidad, sarcasmo e ira, características que se siguen exprimiendo hoy en día como si fueran un recurso natural inagotable del que se puede producir, dada su nobleza, cualquier tipo de obra enérgicamente correcta.


Todo el disco parece ser un vendaval que revolea las hojas secas de los arboles en otoño produciendo ciertos remolinos alocados en una tarde sin nubes donde el cielo se mantiene alejado y tranquilo como si nada de la hecatombe que sucede con el viento en la tierra lo perturbara. ¡Oh Dios mio, la brisa a vuelto!

I can never forget you the way you rock the girls. They move a world and love you a blast in the underworld.

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