Viste cuando vas de paseo en tu coche y sentís que te perdiste, que no
sabes para donde ir. Tenes miedo porque vas con la familia y si te equivocas
podes terminar en un lugar feo o una calle sin salida. De frente viene un
camión con luces muy fuertes que encandilan mal. Todo es blanco luz y de
repente nos damos cuenta que estamos manejando arriba de una mesa en un comedor
desconocido. Somos tan pequeños como juguetes. Esquivamos migas de pan, cubiertos
y vasos mal puestos. Nos acercamos, irrefutablemente, al borde del mueble para
caer sin freno al abismo del mantel. Caemos, gritamos, todo es confusión, y risas
detrás de nosotros nos vuelven a encontrar en una nueva situación, una montaña
rusa en pleno movimiento, en caída libre de su cúspide más alta. Azorados,
entendiendo que todo es y será un gran cambio constante nos entregamos al
momento como si hubiésemos querido ir a este parque de diversiones lleno de
gente. Con los pelos al viento reímos como locos en su locura esperando más
acción en lugares desconcertantes o quizás un descanso. ¿Quién sabe?
Algo así es lo que se aprecia al escuchar de corrido Mas Bambino Que
Nunca de los platenses Futbol. Es inusual sentir en un disco que desde el
comienzo hasta el mismísimo final todo forma parte de un solo tema que dura un
poco más de media hora, un todo perfecto que suena y suena entre guitarras con
riff cojonudos y rasgueos suaves, sintetizadores psiquiátricos, violes y chelos
sentimentales pero sínicos, loops, sobregrabaciones, percusiones y baterías
darwinianas que se adaptan y evolucionan desatando nudos musicales que se
suceden constantemente en cada ocasión pasando de estridencias a placeres, de
jazz a rock pesado, del Medioevo a la maldita modernidad, de ser una persona
tímida a enfiestarte en una orgia, de la costumbre al cambio, que en este caso,
le regala al pueblo un alternativa desafiante e imprevista que atrapa por su sonido
casi crudo y celular. Móvil a Móvil es la única canción donde la voz y la letra
se lucen entre estos instrumentos híper cruzados que dejan a todos a la inseguridad
de sonidos que rescatan y ahogan en un mar de melodías divinas que parecen a la
deriva pero que saben bien a donde van guiadas por la brújula descabellada de
este trío rico en ideas y con una gran destreza instrumental que poco a poco va
ganando su merecido reconocimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario