Una vez dijo, con inspiración sublime, nuestro gran compositor argentino
Fito Páez, – El mundo cabe en una canción- y pensando un poco en esa frase se
despertó, en mi poco espeluznante, “brain” (cerebro) un interrogante - ¿Entrara
el mundo dentro de una canción que dure dos minutos? Bueno la respuesta puede
variar pero para mí es que no, como así tampoco entraría en una que dure quince,
pero si puede, la totalidad de un disco, plasmar el mundo que rodea a unos
chicos provenientes de un barrio de obreros, reconocido por sus inmensas
fabricas y el abandono generado por la economía neoliberal dejando como
resultado un lugar, por estos años, oscuro, repleto de familias descendientes
de inmigrantes, tanto italianos como gallegos, a la vera del riachuelo
esperando que la dignidad del trabajo los ayude.
En este contexto 2 Minutos
lanza, casualmente en el año 1994, su primer disco titulado Valentín Alsina
(1988-1993), en un homenaje a su ciudad de origen, ciudad que los cobijo y les
enseño el camino, por excelencia under, del punk y el hardcore argento repleto
de dificultades y otras vicisitudes que con un espíritu plagado de rebeldía
estos pibes supieron palear. Uno pensara-
¿Por que 1988-1993? Bueno eso se debe a que la banda, que venía tocando
desde el 87´y en el ambiente ya contaba con un cierto prestigio, hizo una
selección de las canciones que más pegaban en el público para grabarlas de una
buena vez por todas en un CD, cassett, disco o lo que fuere.
En este material se puede
descubrir una manera diferente de componer, de la que estamos acostumbrados en los músicos locales con toda esas, hermosas por cierto, metáforas y armonías musicales,
ya que Walter Velázquez más conocido como “Mosca”( un impactante frontman) le
dedica su prosa barrial, absorbida en una mirada minimalista e introducida en
ese entorno, a todo lo que tenga que ver con las situaciones cotidianas de un
adolecente “rocker” de aquellos pagos del sur bonaerense, pintando en un
lienzo, que por cierto va al re palo con la batería, la viola y el bajo, el
retrato vivo de los bares, las calles, el empleo mal pago, el sacrificio
familiar, el futuro de mierda que les espera, la corrupción política, la guerra
de Malvinas, la policía y los amigos de siempre, sin dar ningun tipo de vuelta.
Como decía en un principio, quizás
el mundo no entre en una canción y menos en una que dure dos minutos, pero ese
tiempo alcanza y sobra para que “El Indio”, “Papa”, Marcelo y Mosca plasmen
pequeñas viñetas explicitas y crudas de una forma tan clara que no hace falta
nada más para entender el mensaje de lo que realmente se intenta decir.
Valentín
Alsina es un disco de, aproximadamente, media hora salvaje, con 15 temas
bañados en un punk bien roñoso, himnos imperdibles que catapultaron a la banda
a lo que es hoy en día, una referencia para muchos que empiezan y un ejemplo de
que no hace falta ser un experto en lo que uno hace sino que hay que hacerlo
con sentimiento y corazón para que funcione y de resultado."Tenemos algunos bares con sus tipicos borrachos y algunos linyeras pidiendo algo que morfar. Barrio obrero, Valentin Alsina."
Quisiera agradecer a Guille, que fue en gran parte, el encargado de que vuelva a escuchar este disco y a esta banda que en su momento marcaron mi vida.
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